La carta de renuncia laboral voluntaria es la comunicación oficial que el trabajador hace llegar a su empleador o representante legal de la empresa, mediante la cuál notifica el abandono de su puesto de trabajo, sin necesidad de justificar el motivo.
El trabajador debe de estar completamente seguro de su renuncia. Además, renunciar a un puesto de trabajo sin antes haber conseguido un nuevo empleo, puede ser el comienzo de nuevo y gran problema.
Lo más común es formular la comunicación del fin de la relación de trabajo de manera verbal; aunque lo cierto es que para el cumplimiento de las leyes laborales, la comunicación del fin de la relación laboral mediante la carta de renuncia laboral voluntaria supone evitar conflictos facilitando las gestiones del fin de la relación profesional.
El objetivo de la carta de renuncia voluntaria, tanto para el trabajador que decide marchar como para la organización, es la creación de un registro oficial del acontecimiento, manifestando todo detalle sobre el último día del trabajador, la relación existente entre empresa y trabajador y pasos a seguir.
Da igual que el trabajador haya firmado un contrato temporal, de prácticas o indefinido, si su deseo es dejar de manera voluntaria su trabajo, puede hacerlo comunicándolo a la empresa.
Entre los principales motivos por los que un trabajador renuncia a un puesto de trabajo pueden ser:
Existen situaciones en las que el trabajador no debe de presentar la baja voluntaria, conservando el derecho a indemnización y posibilidad de solicitar el paro:
El trabajador, a no ser que se encuentre en periodo de prueba, debe de comunicar la decisión de baja voluntaria laboral a la empresa con el preaviso indicado en el Convenio Colectivo o pactado en el contrato laboral. Lo habitual es un preaviso de 15 días.
No cumplir con el periodo de preaviso obligatorio conlleva a un grave perjuicio para el trabajador. El empresario puede descontar del finiquito los días que falten del preaviso o incluso si el descuento es superior al finiquito, reclamárselos.
Durante el tiempo de preaviso, es decir hasta que no llega la fecha de la baja voluntaria, el trabajador debe de continuar trabajando pudiendo retractarse de la baja voluntaria presentada.
La empresa debe de aceptar la situación salvo que le cause algún perjuicio como la contratación a otro trabajador.
En el caso de no aceptación sin justificación alguna se consideraría despido improcedente.
Todo trabajador está en su derecho de recibir su finiquito correspondiente en el cuál de incluyen las hora extras no pagadas, días de vacaciones pendientes de disfrutar.
Por otro lado el trabajador también debe de ser consciente que los beneficios de la indemnización, prestación, ayuda por desempleo quedan exentos.
Dependiendo de los motivos, la marcha voluntaria de un trabajador puede suponer una situación muy controvertida. No se está en situación legal de desempleo por lo que no puede solicitarse el paro ni reanudarlo si fue suspendido por ese trabajo.
Son muchos los aspectos a tener en cuenta antes de hacer entrega una carta de renuncia laboral voluntaria a la empresa, debiéndose de realizar dentro del plazo establecido en el contrato.
Por ello se aconseja solicitar la ayuda profesional de abogados laboristas que le ayuden a revisar la política de empresa, convenio colectivo aplicable o contrato individual, a elaborar la carta de renuncia, explicando los motivos, etc.
Deberá de enviarse una copia firmada al departamento de RRHH (Recursos Humanos) y guardar una copia.
También enviar una copia al responsable directo de la empresa y que remitan una copia con la firma evitando que surja cualquier duda sobre la renuncia.